Nacidos en el aeropuerto

Los aeropuertos son organismos vivos que combinan un desfile de personajes dignos de un circo chino en gira por Guatemala. Y el aeropuerto de la ciudad de México no es la excepción. ¿En qué otro lugar se pueden encontrar sentados lado a lado, en un bar de tres bancos que además es farmacia y puesto de la lotería, a un personaje vestido de traje de baño y camiseta de corona junto a una señora de abrigo de piel, lente redondo puesto en el pelo y seis maletas combinables?

Estas coincidencias sólo se dan en los aeropuertos. Las posibilidades son infinitas entre los que llegan y van de un destino a otro, los que se quedaron sin boleto o sin lugar y aquellas personas que pareciera que nacieron entre la sala de espera y el carrusel de maletas.

Nadie sabe de donde salen o si duermen junto a las maletas perdidas, pero desde las 5:00 A.M. aparecen como sonámbulos sin rumbo cientos de personas que hacen su vida alrededor de los puestos de revistas, los mostradores y las tiendas para turistas.

Pareciera que son parte de las fiestas de bienvenida al igual que de la larga fila de taxis un domingo por la noche. Nadie sabe si en realidad son cientos o son unos cuantos que rápidamente se movilizan para estar presentes en todos estos eventos. Podría ser que traman desde hace muchos años un golpe de estado para adueñarse del recinto, nadie lo sabe.

Nada les costaría a las autoridades correspondientes aprovechar del gran conocimiento que estas personas tienen y darles un puesto de encargados de informes o hasta de traductores de las señoritas dueñas del micrófono que a duras penas pronuncian "flight 238 is now bording at gate 10".

Nadie...