No sé como vivían los habitantes de nuestro país antes de que se inventara el estrés. No me puedo llegar a imaginar una vida sin prisa, sin tráfico, sin límite de fechas para entregar trabajos o cumplir con trámites, sin inseguridad, sin agresividad política... ¿Cómo vivía la gente sin estos detalles que sólo contribuyen a un mayor nivel de estrés?
Si pudiera regresar en el tiempo a la época de la ciudad de los palacios, de las caminatas en los parques, de las comidas con sobremesa o de las largas conversaciones lo haría de inmediato. Ahora sufrimos de sed de inmediatez. Las noticias las queremos saber al instante, queremos tener un PREP para todo en nuestra vida y picarle al mouse miles de veces para que se actualice la información. Queremos aprovechar el tiempo que perdemos transportándonos de lado a lado de la ciudad, lo que está apoyando una invasión tecnológica constante. Al rato los celulares, radios, Internet y hasta el refrigerador van a tomar decisiones por nosotros, y lo vamos a aceptar siempre y cuando sea inmediato y nos pueda reducir el nivel de estrés.
Regresaría feliz a la época de los largos cortejos, del tiempo medido en libros leídos, de negocios utópicos discutidos en tardes de café. Y sí, sacrificaría el tener respuesta al instante o al presionar un botón. Sacrificaría el poder ver el mundo desde mi computadora por imaginármelo en un libro de viajes de Marco Polo.
Y por último sacrificaría la gran satisfacción que me da el escribir en este blog para cambiarlo por una larga correspondencia con alguien del otro lado del mundo. No sé cuanto me dure esta melancolía pero me estresa saber que puede nunca terminar.
Nadie...
3 comments:
saludos desde san luis, estamos...
primo, qué te puedo yo decir de estos tiempos modernos... sí que pueden volverse espeluznantes.
me conmovió de un modo extraño esta entrada a tu blog (en el que espero hallar, habitualmente, humor)...
fue linda esa sorpresa...
un abrazo
creo que el elemento generador de estress mas inteso es la nostalgia, pues esta duele, lacera y peor aun es inalcanzable pero, podemos curarnos en una sana correspondecia de sueños, aunque sea através del frio ciberespacio para congelar los buenos momentos de nuestra desgastada memoria.
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