6.11.2006

Los azulejos


El centro de la ciudad de México es un espectáculo visual para cualquiera que lo visite. Además de los grandes edificios, monumentales plazas y soberbias iglesias existe la gente del centro.

No son los miles de visitantes que llegan de las diferentes partes de la ciudad a sentirse cultos por caminar por Madero, entrar al edificio de Correos y comer en Los Girasoles. Son las personas que nadie sabe donde viven pero su vida, de lunes a domingo, transcurre en las concurridas calles del centro.

Un lugar de encuentro de estos personajes es el Sanborn's de los azulejos. Y no me refiero al restaurante de los murales lleno de extranjeros de un dólar que piden agua embotellada y se pasan dos horas intentando decir "hua-cai-mole". Si no a la fuente de sodas que cuenta con las tres barras semi-circulares y las meseras con uniforme de aeroplano en la Guelaguetza. Miles de vidas transcurren entre el café quemado y los bolillos aplastados en la plancha con un kilo de mantequilla. Entre el menudo de los domingos y el jugo de combinación de sobras de fruta del día anterior.

Se puede distinguir en los ojos de estos personajes la inconformidad de ver sus espacios invadidos por miles de semi-turístas que ocupan su lugar en la barra de Rosa, la mesera que sabe que solo van a pedir un plato de papaya al cual le agregarán un plátano sacado de la bolsa en un acto de complicidad contra el gerente.

Y así como hay personas que pretenden ser regulares en la fuente de sodas de los azulejos o el café La Blanca, La Pagoda o el El Moro en verdad lo único que están haciendo es romper la rutina de estos habitantes que por antigüedad deberian de ser privilegiados con un derecho de apartado o por lo menos un programa de usuario frecuente. Nadiee...

2 comments:

Anonymous said...

Increible comentario acerca del Centro Histórico, la gente que habita sus alrededores es el alma y corazón de nuestro país, entre manifestaciones y huelgas siempre hay alguna historia que contar acerca del pasado y presente.

Anonymous said...

Me gusta tu estilo para “describirnos” como mexicanos. Es un tema de lleno de recursos, situaciones que todos vemos a diario pero que muy pocos se toman el tiempo para escribirlas. Leer el lado “anecdótico” con el que narras nuestras costumbres es relajante y divertido. Tienes un estilo “Poniatowska” que me agrada.