Tú las traes

Los ciclos de la vida nos sorprenden a cada momento. Las costumbres y juegos olvidados de la infancia vuelven a tener sentido al llegar a la tercera edad. Pasando de la ley del hielo al tú las traes.

En la conocida calle de Prado Norte se juntan todos los días grupos de señores de la tercera edad a tomar café y continuar discusiones que llevan más de 30 años. Canas, puros y pantalones muy por arriba de la cintura los unen en una especie de club al cual pocas veces dejan entrar opiniones nuevas.

Como cualquier dinámica de un grupo de personas de esta sociedad los integrantes entran y salen, en este caso creo que salen para siempre por la edad. El chiste es pasar la tarde discutiendo. La mayoría de las veces solo son pleitos por necedades, envidias o simplemente para recordar lo que se sentía hacer la ley del hielo en la primaria. Los temas son irrelevantes y muchos de ellos tienen tanto tiempo cocinándose que ya se olvidó el punto de partida. Obviamente la competencia es ardua y no solo se limita a ideas ya que el que tiene todos los dientes originales porta el aire de superioridad que los demás respetan y ven como signo de fuerza y entereza.

Las personalidades que los caracterizaron a lo largo de su vida continúan con ellos, muchas de ellas se agudizan al punto que se vuelven evidentes para el observador. Es así como el más social saluda a todas las mesas y meseros del lugar, el hipocondríaco sólo habla de que la noche anterior ahora sí estuvo a punto de morir, el sentimental se queja de que sus hijos no le hablan desde hace cuatro horas, el necio sigue discutiendo que el café sabe diferente y así cada uno de los demás. Lo que los lleva a no poder sostener una conversación coherente por mas de tres minutos.

Así como este grupo de personajes se adueñaron de las tres mesas de la calle de este café, hay miles de grupos de señores que detrás de los achaques, necedades y discusiones esconden años de sabiduría. Solo hace falta pasar una tarde sentado junto a ellos para entender que a partir de los 70 años de edad tu las traes.

Nadie...