8.01.2006

Amistad que se duerme...


Se dice que las personas cambiamos con el tiempo, que los defectos y cualidades se intensifican, que la edad nos hace más maduros, que la vida nos pone retos con los cuales cambiamos, etc. Si tomamos en cuenta que una amistad depende de dos personas en constante cambio, es lógico pensar que en algún momento las relaciones de amistad se vean distanciadas y que lo más sano sea separarse de esas amistades.
Aquí es donde entra el dilema de lo que se conoce como amistad por antigüedad. ¿Con cuántas personas mantenemos relaciones sólo por la cantidad de años que llevamos de conocerlos? Cuando en realidad ya no queda ningún interés en común para mantener esa amistad. Hace un tiempo escuche una frase completamente liberadora que decía que las amistades no hay que cargarlas por antigüedad ya que lo único que queda son recuerdos y sentimientos pero nada más.
Al reflexionar sobre las amistades que tenía en ese momento me di cuenta de que una parte de ellas sólo tenían raíces en la adolescencia y había generado miles de aventuras que se convirtieron en motivo de pláticas repetitivas cada reunión o comida. Esta nueva actitud me liberó de tener que escuchar la millonésima versión de como nos robamos el examen de la escuela que además conforme pasaba el tiempo iba adquiriendo cualidades heroicas e increíbles dignas de una película hollywoodense.
Vale la pena revisar las viejas fotos de la preparatoria y despedirse de una vez por todas de esas amistades que ya se convirtieron en carga milenaria y sin sentido para dar paso a las nuevas aventuras con los amigos de una nueva década.
Nadie...

No comments: